viernes, 20 de abril de 2012

¿Hay trabajo potencial para todos?


Os dejo algunas reflexiones sobre el problema del desempleo, evidente en el sur de Europa y especialmente en España.

Con más de 5 millones de desempleados, España sigue sin ver cerca el fin del actual periodo de crisis económica. Si se calcula que su economía necesita crecer a un 2 por ciento para empezar a generar empleo, según las previsiones del FMI esto no ocurrirá hasta el 2017.

El problema tiene difícil solución a corto o medio plazo. Si los sectores industriales más intensivos en mano de obra llevan su producción a áreas con bajos costes laborales (llámese China, India o Marruecos), ¿qué van a hacer los millones de trabajadores “poco cualificados”? La respuesta de "pasarse a otros sectores en los que su economía sea más comptetitiva" presenta cierta complejidad.

El sector de la construcción, motor de la economía española durante sus mejores años en cuanto a evolución del PIB, vio explotar su burbuja hace ya cuatro años y difícilmente volverá a ser lo que era. El sector agrario, tan importante en algunas zonas de su territorio como el sur, ve cada día más oscuro su futuro con los acuerdos de la Unión Europea con Marruecos (con quien le resulta imposible competir en costes) y con una Política Agraria Común (de la que tanto ha dependido) que poco a poco pierde peso.

Tanto el sector de la construcción como la PAC han disimulado un problema que se le presenta a la economía española desde hace algunas décadas: la competencia internacional creciente con la llegada de las potencias emergentes al primer plano de la economía global. ¿Podrán otros sectores absorber toda esa mano de obra?

¿Hay trabajo para todas las personas que han salido de estos sectores? España dista mucho de ser un país de ingenieros e investigadores, por lo que el impulso de sectores tecnológicos e innovadores dejaría de lado a una gran parte de la población que algún día fueron obreros o agricultores (o cuyo trabajo dependía de éstos) y hoy forman parte de la gran masa de desempleados.

¿Se va a tener que adaptar esta gente a la competencia con los países emergentes? Esto tendría unas consecuencias terribles en términos de aumento de las desigualdades que tardaría muchos años en corregirse. Pero ¿qué otra salida hay? ¿podría soportar la economía a millones de personas de unos 40 o 50 años de edad que, si no cambian las cosas, probablemente ya no volverán a encontrar empleo?

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